Julio Pérez se tomó un respiro de seis años para sacar nuevo disco. Y han pasado diez desde el primero. Todavía no entiendo cuál es su ritmo o su intención: un álbum en cada gobierno para plasmar lo que este representa, el festejo de la eliminación del siguiente mundial... o solo se trata del plazo que demora en juntar la plata suficiente para entrar a la sala de grabación.
Lo concreto es que La Sarita editó en abril su tercer trabajo y es una buena noticia, porque se trata de la banda de rock fusión más importante del país. Julio tenía que ponerse en movimiento pronto para evitar seguir perdiendo terreno frente a un público cada vez más joven, que ya no entiende el entorno en el cual la banda hizo eclosión, y ante el reclamo de unos seguidores cautivos que estaban cansados de la enésima repetición de sus pocos temas.
Ahora, las aguas lucen calmadas. "Mamacha Simona" reduce la intensidad del sonido hardcore y se concentra en el latin rock, siempre con una fuerte apuesta por la música vernacular peruana. De Rage Against the Machine ha pasado a El Gran Silencio. Sin embargo, hay una evolución más importante: las letras han perdido pegada, ya no se trata de la banda que enfrenta al sistema sino de los músicos que miran hacia adentro y encuentran su esencia en el ande.
¿Demasiado riesgo? Puede ser. Quienes hemos seguido a la agrupación y los identificamos con la época de enfrentamientos con la dictadura nos parece un cambio muy brusco. Pero tal vez no desacertado. Hoy, cuando la música del auténtico Perú está de moda y los chicos de Aura se sienten cool bailando con Tongo y Juaneco, es hora de ajustar las clavijas. Julio lo hace y logra ser efectivo con algunos temas ("Mamacha Simona" y "Cueva de amor"), pero cae cuando quiere ser un cronista de la moderna realidad andina ("Maldito brichero", un desastre que solo podrá pegar si la convierten en jingle de un comercial).
"Maldito brichero", subido por Muchamix en Youtube
De esta manera, un capítulo distinto se ha abierto en el rock peruano. Las bandas locales solían ser poco arriesgadas para cambiar de aguas, pero hoy La Sarita se atreve. Veremos en algunos meses si la apuesta valió la pena o la banda quedará sepultada por el estigma del cholo apitucado.
Mamacha Simona.
La Sarita.
Lima, Perú.
Álbum: Mamacha Simona, 2009.
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