No se parece a la tortura de trabajar en un estacionamiento ni a la alarma del viejo que vive al lado y que te despierta todas las noches. Es un crimen distinto. Pequeños drones que martillan tu cerebro, con un ritmo tan perfecto que lo podrías bailar si no te estuviera matando. Secuencias de teclado mínimas, tan imperceptibles como la hebra de polvo que cae sobre tu vaso. Una voz que grita piedad desde otra galaxia. Michael Morley, voz y cerebro del combo kiwi The Dead C, vuelve a grabar solo tras diez años con el proyecto Gate (al que se unen en ocasiones figuras como el sonico Lee Ranaldo). Y da en la tecla adecuada. Una pieza de devastadora soledad para esperar sin grandes esperanzas el futuro.
All.
Gate.
Wellington, Nueva Zelanda.
Álbum: A republic of sadness, 2010.
Foto: MySpace / Audio: Stereogum.
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