Hace tres años, una pandilla de terroristas neozelandeses se apoderaron del primer lugar de Odio la Música con un estilo brillante e inclasificable. Radicales, antimelódicos, fuera del esquema de cuatro compases, pegando estilos apenas con una franjita de engrudo. Desde ese momento hemos esperado algún nuevo trabajo de So So Modern con auténtica desesperación. Hasta que llegó "Crude futures", primer álbum de la banda tras cuatro años de EPs.
Portada de "Crude futures"
"Dusk and children", segundo sencillo del álbum
De los primeros trabajos se mantienen los gritos pelados y la arrogancia. Pero al parecer las ganas de comerse al mundo han causado estragos en una de las pocas bandas frescas y diferentes del mundo. El electro-punk se ha calmado, la dinámica de concierto en el disco se ha perdido. Las cosas son distintas cuando llevas en la espalda la presión de que todos te escuchan.
"Lose threads and theremins", irrepetible primer lugar del 2007
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