Como un ave ciega que sólo aprendió a volar hacia el sol, así se acerca mi espíritu a cada compás de Kozelek. Hombre de pocos artilugios, apenas una guitarra con cuerdas de nylon que cada vez suena más triste y una voz que se ahoga a sí misma de tanta profundidad. Una impenetrable torre de marfil que la bruma cierra a los ojos intrusos. Vamos... un genio.
Mark Kozelek, al frente de Red House Painters
Australian Winter.
Sun Kil Moon (Mark Kozelek).
San Francisco, Estados Unidos.
Álbum: Admiral Fell Promises, 2010.
Video: Furzsine / Foto:
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