Desde una celda adivinas el mundo a través de veinte centímetros de cielo. Estás sentado, sin esperanza, cuando los fierros empiezan a ceder y los muros de concreto se abren como una parodia del Mar Rojo. Extiendes los brazos, casi buscando capturar el aire que, por fin, ingresa sin oposición. Puedes mirar tras muchos años lo que ocurre allí afuera. La crueldad de las sombras, la demencia del color. El paisaje es, sin embargo, tan pequeño como lo viste desde la prisión. Es más pesado que como lo recuerdas. Piensas que no hay nada que te obligue a regresar. Ni siquiera aquella música que te aplasta el pecho. Con una angustia premeditada, creada por ordenador.
Modern Drift. Efterklang. Copenhague, Dinamarca. Álbum: Magic chairs, 2010. Video: Sxsw en Youtube / Foto: Rasmus Weng Karlsen.
Quizás Prince sea el único músico al que puedan ser achacados todos los defectos, pero también todas las virtudes. Creador de una de las obras musicales más copiosas, irregulares y admirables del pop, aquella pequeña criatura peluda de Minnesota que en los 80's abrió los ojos de medio planeta con "Purple rain" y en los 90's ratificó su estatus de leyenda con "Diamonds and pearls" vuelve al ruedo a un año del "Lotusflo3er" con un sencillo lanzado hoy, 26 de febrero, en radio The Current de su ciudad natal.
En la línea más pegajosa de su carrera, aquella que lo llevó a competir con Michael Jackson por los Grammys en su primera época, "Cause and effect" retoma el camino de los riffs guitarreros demasiado ostentosos para una estructura simple y de los grititos cabrones a pedido del público. Lo más llamativo es aquella especie de marea inestable que viaja entre lo acústico, lo electro y lo funky, indefinida como él, pretenciosa como él y casi perversa. También como él.
Cause And Effect. Prince. Minneapolis, Estados Unidos. Single: Cause and effect, 2010. Video: http://es.musicplayon.com / Foto: businessweek.com
Solía quedarme despierto por las madrugadas para escuchar en las radios de onda corta canciones extrañas, hechas con alguna forma de sensibilidad ajena a cualquier enjuague de enaguas detrás de las paredes de mi casa. No sabía de qué hablaban, pero presentía en esas voces algo auténtico, quizás pudor, rubor y venganza.
Más de dos décadas han pasado desde aquellos años de The Motels para por fin volver a sentir esa estúpida complicidad a 500,000 leguas de distancia. Hablo emocionado, por la voz de Hayley Mary y el piano de Heather Shannon. Ok, hablo emocionado porque no lo esperaba pese a que lo estaba buscando. Y sí, hablo sobre todo porque estoy emocionado.
Hurt Me. The Jezabels. Sidney, Australia, Álbum: She´s so hard, 2009-2010. Video: TheJezabelsVideos / Foto: MySpace.
De existir la justicia poética, ellos deberían ser encumbrados como los próximos The Strokes. O por lo menos ser llamados los descubridores de algo: tal vez de la forma de espantar un fantasma. Entre el shoegaze, el garage y la psicodelia, desde Texas, los coyotes pasan rápido y te mareas.
Friendly Ghost. Harlem. Texas, Estados Unidos. Álbum: Hippies, 2010. Foto y MP3: Stereogum.
Si te contaran que la triada Robert Smith, Tim Burton y Alicia Kingsley están detrás del cover de un tema que en 1951 identificó al clásico de Disney "Alice in Wonderland", ¿qué podrías esperar? Una voz más quejumbrosa que la de Doris Day. Un ambiente más oscuro que los fondos de Cheshire Cat (o Gato Risón). Una dosis de sexualidad menor que la del incomprendido Lewis Carroll. Y podrías darte por satisfecho. Smith ha logrado el prodigio de sacar de los restos de su voz un instante de magia acorde con la ocasión. Conmovedor y epíceno. Como en los cuentos.
La versión de Doris Day
El soundtrack de "Alice in Wonderland", que fue producido por Buena Vista Records, incluye además temas de The All American Reject, Franz Ferdinand, Wolfmother y hasta de Avril Lavigne. Se pondrá a la venta el 2 de marzo.
Very Good Advice. Robert Smith. Blackpool, Inglaterra. Álbum: Soundtrack de Alice in Wonderland, 2010. Video: Pitchfork / Foto: www.mannythemovieguy.com
Quienes vieron La Familia Ingalls saben lo que se siente privarse de algunos vicios y placeres por el hecho de hacer lo correcto, al estilo de Michael Landon. Las décadas pasaron, los niños de hoy no creen siquiera en la libertad. Pero los vientos siguen soplando sobre lo que queda de las verdes praderas que circundaban la casa pequeña en el campo. Family of the year regresa para captar el aroma que encendió los corazones rurales y transformarlo en nuevas brisas de color sepia. Para las generaciones que no creen en nada. Tampoco en el color.
What A Surprise. Family Of The Year. Silverlake, Estados Unidos. Álbum: Songbook, 2009. Foto: Rennie Solis, en MySpace.
Honores a quienes siguen escarbando a ciegas en los pozos profundos, en las ciénagas, en aquellos lugares a los que nunca llegará siquiera una luciérnaga. Honores a los que siguen vistiendo ropas oscuras, a pesar del cruel desengaño de las modas. Honores a los que hacen brotar nuevas rosas en una alberca antigua, cubierta de fango, con apenas unas gotas de pop.
90 plus days, tema del 2009.
In The First Place. Blessure Grave. California, Estados Unidos. Álbum: Judged by Twelve, Carried by Six, 2010. Foto: MySpace / MP3: Insound.
Beyoncé no es santa de nuestra devoción, pero igual podríamos tener estampitas suyas pegadas en nuestras paredes. Sobre todo si son como la que aparece arriba de estas líneas. Este martes 16 de febrero, la exuberante cantante se presenta en Lima y para celebrarlo, les dejamos estos covers, tocados con alma, vida y corazón por bandas de distinto calibre.
Snow Patrol - Crazy in love
Si New Musical Express dijo que este tema era el mejor de la década 2000-2009, ¿qué podría añadir con la versión de los escoceses?
Florence and the machine - Halo
Tendrías que buscar una lupa para encontrar las diferencias. Una versión respetuosa de Florence Welch, con algún toque gospel.
Pomplamoose - Single ladies
Un ejemplo clarito de lo bien que puede sonar cualquier composición, cualquiera, con un poco de buen gusto.
Carajillo - Sweet dreams
Y de pronto el tipo al que nadie conocía se hizo famoso en YouTube con su versión hard rock de Beyoncé. Metalero falso.
The big pink - Sweet dreams
Para terminar, la esperanza del electro indie británico también rinde tributo a la mejor canción de Beyoncé, con una versión, ciertamente, más cercana a Red House Painters. La vida te da sorpresas.
Sensibilidad histriónica, casi un clown sin bola roja. Historias siempre tristes, de perdedor empedernido o cornutto contento. Una voz entre Robert Smith y Antony Hagerty, que cubre tanta tragedia con una capa de comedia superficial. Miguel Ángel Blanca se te atornilla en los oídos como aquel narrador deportivo con voz espantosa, que siempre escuchas. Sólo que él no relata un partido: narra historias descarnadas con el suficiente descaro para hacerte notar que sufrir de amor es una vergüenza.
"El primero era mejor" es el irónico nombre para el segundo disco de este cuarteto, llamado por sus fans la gran esperanza blanca del pop en castellano de autoría surrealista. Mayores explicaciones para tanto despropósito sobran.
Es feo, del primer álbum "Ortopedias bonitas"
El Ejército Ruso. Manos De Topo. Barcelona, España. Álbum: El primero era mejor, 2009. Video: Coitelandante en Youtube / Foto: Vladimir Borowicz.
Crónica de una vida mecánica. Robots que te sirven el té por las calles verticales. Nubes de algodón pyma que refrescan y que, a la vez, te venden el periódico. Muros que se abren para ceder el paso, con el sombrero en la mano. Desde Islandia, Arni Hlodversson y Loa Hjalmtysdottir nos recuerdan que la música también cambia. Puede que en algún tiempo la podamos beber con aquel té de la tarde.
Par Avion. FM Belfast. Reykjavík - Islandia. Single: Par avion, 2010. Foto: MySpace / Mp3: Indierockcafe.
Esta vez no hubo posición opuesta. The Cranberries obtuvo aprobación unánime entre nuestras cronistas invitadas, durante su recital del 8 de febrero en el Estadio Monumental. Leamos la tercera colaboración en Odio la Música, escrita por una enamorada (y me consta) de la música y de la cultura celta.
-------------------------
Por Angie Rodríguez (texto y fotos)
Desde que tengo 10 años me enamoré perdidamente de Irlanda y de la cultura celta, no importaba si fuese mitología, gaitas, lenguaje o danza, supe desde entonces que lo quería todo. Y el bichito de la curiosidad creció más y más.
Sé que debo haberlos escuchado antes, pero mi disco duro data desde 5to de primaria cuando mi fabuloso grupo humano de amigas del colegio tenía la suerte de tener hermanas mayores que alimentaban sus oídos ávidos por más música in y si bien éramos las music geeks del salón, no hay cosa que considere más fundamental que la pasión por la música como la que nosotras teníamos, recreos enteros con discos de Queen en el walkman, que luego pasó a ser el discman con el anti-shock y temas de Nirvana, Foo Fighters, RHCP, Metallica, Alanis Morrisette, Toto, The Scorpions, y tantos más que harían que lo anteriormente escrito parezca mínimo.
Si bien cada banda musicalizó nuestros días, no había mejor, que nos diera tantos ánimos, como The Cranberries para sentirnos felices, animosas, gloriosas, grandes, mágicas y trágicas, no había mejor grupo ni lyrics que soltar en clase que los temas de The Cranberries; todas queríamos tener la voz de Dolores. Porque, es un hecho, Dolores, tu voz nos hace delirar.
Y ayer mientras rogaba a todos los santos, incluido a San Patricio para no perderme demasiado del concierto, llegué al monumental 2 años después de Duran Duran, corriendo la maratón de mi vida, leyendo el cartel que decía Zona CRANBERRIES y volar a sacar la entrada en mano, sufrir cuando la rayaron y partieron, pero "Linger" ya sonaba y las 2 primeras canciones que oí por el celular me habían dejado nostálgica e incrédula. Llegar al sitio, luchar con otros cuerpos bramando por más de Dolores y la banda no fue tarea fácil.
Sin importarme nada ni nadie, no podía creer lo que mis ojos veían, parte de Irlanda, mi tierra soñada, transmitiendo su cultura en sus letras y estilo. No era Riverdance, pero Dolores era una gacela en el escenario, un ángel, un hada, un leprechaun vibrante y contagiante de emociones, pasión y delirio. Sentí una mujer entregada por completo a su público y con suma ternura nos hipnotizaba suavemente con cada gorgoteo proveniente de esa garganta tan poderosa que tiene como don.
Cada canción caló más en nuestra mente y nos la fuimos creyendo enteramente. Nos entregamos al compás de los saltos y arrullos de Dolores O’Riordan y las notas producidas por la guitarra y bajo de Noel y Michael Hogan más la batería de Fergal Lawler, acústica perfecta para llenarnos de estallidos por más hasta perder nuestras cuerdas vocales en el intento. Estábamos realmente... I'll be dreaming my dreams with you. It's out there. It's out there. It's out there. If you want me I'll be here... como decía Dolores en "Dreaming my Dreams".
Aún no me la creo, a medida que cada canción pasaba decía, "esta es una señal, una buena señal; señal de que aún puedo lograr mis sueños contigo Irlanda, lo lograré, si ellos vinieron, ahora te toca a ti rendirles respeto a su tierra". No será mañana, pero cuantas más ganas de que sea pronto me dieron ayer, todo gracias a ellos, a Limerick y recordar que es el pueblo de mi amado Frank McCourt también, una zona tan pobre y necesitada, tocada y sufrida por el IRA, y mientras Dolores cantaba "Ode to my Family", recordaba lo lejos de casa que están, pero lo agradecida que se mostró contándonos la calidez con la que los peruanos la habían tratado.
Cuando llegó a "Salvation" recordé cuanto hincapié hago en mis alumnos cuando les menciono la diferencia entre Make a line y Do a line, siempre les digo que JamásDO a Line, y coreo a Dolores, To all those people doing lines, don’t do it, don’t do it, Inject yourselves with liberty is free, is free…. Hago la mímica de lo que Do a line significa y entienden a la perfección y se ríen, todo eso me vino a la mente mientras cantaba con otros desentonados histéricos como yo.
Mi cúspide llegó cuando Dolores se volvió una sirena y me engatusó con su mermaid signing al inicio de "Ridiculous Thoughts", adoro esa canción por alguna razón que aún no puedo definir, pero cada vez que escucho el intro, mi mente vuela hacia mil escenarios posibles en una tierra fértil y llena de sueños imposibles para mi realidad pero posibles para mi cabeza. No sabía si llorar, gritar o vociferar, pero era todo, y el cierre de la canción fue 100% enérgico, continuando con "Zombie" el público entró en estado de shock y muchos sufrieron de paros cardíacos. Fue un ataque mental tanto para nuestros oídos y corazones que latían bajo un mismo son.
Entregas, hubo tantas, el público vibró, gozó, recordó, sintió, cantó, desentonó, aplaudió, piropeó y vivió una experiencia sin igual. El cierre con "Dreams" fue glorioso, realmente representó lo que este concierto significa para muchos peruanos que tal y como yo, jamás creyeron que este día llegaría y sería posible, fue realmente un sueño de ensueño.
Dreams, por Larr80 en Youtube
Si bien faltaron temas como "Just my Imagination", "This is the Day", "Analyze", "Stars" o "Time is ticking out", les puedo asegurar que ayer nuestra imaginación analizó lo que esas estrellas nos dieron por analizar en una era donde sentimos que el tiempo se nos va. Aún quiero más, pero lo que escuché y viví ayer, no tiene precio. Tengo por seguro que la voz de Dolores vivirá en mi eterna memoria.
~ Amen Éire.
P.D. Nota para el público limeño, para una próxima, si tienen ganas de más, pidan más, no sean chunchos, se los pido encarecidamente, por favor, probablemente si nos unimos, los artistas puedan dárnoslo. Hay que perder ese roche, porque después la única loca que grita y pide más, soy yo. Ja.
Porque todo puede ser visto de la misma manera, pero no siempre desde el mismo ángulo, recibimos una segunda mirada sobre el concierto de Cranberries en Lima (ayer, 8 de febrero). Nuestra cronista invitada, la secundaria y las sorpresas a continuación.
-----------------------
Por Mayra Castillo
¡Dolores, lograste cosas que parecían imposibles! Hiciste que los tontos bajaran sus cámaras digitales para mirarte, oírte, pasmarse, cantar y, a ratos, saltar. Me llevaste de la nariz a quinto de secundaria, a los primeros cassettes comprados con propinas, al primer amor, a 1995. Punzaste en todos el subconsciente que dicta canciones desde un órgano vital hecho de otra sangre, desde una costilla de papeles y notas musicales, desde una piel a la que se puede volver para dormir (con tu voz, tu voz, tu voz…)
¡Dolores, qué rico dueles!
*****
Foto: RPP
Quince años esperando cumplir un sueño adolescente quizá sean demasiados años. Eso pensé cuando llegué al Monumental y vi las colas de gente que poco o nada tenían que ver conmigo. Perdonarán el prejuicio pero ver cuarentones con niños y chibolitas en tacos puede hacerte pensar que ya estás bien vieja para soñar. O peor aún: desfasada para volar con tus zapatillas, tu vincha, tu emoción y tus dos primeros discos de The Cranberries como patrimonio musical de chiquilla de los 90. Una chela y un chorizo con mostaza aplacaron esas ideas y solo quedaba esperar la voz de Dolores. A la mierda lo demás.
*****
No hubo setlist aprendido: yo sueño con que recibo felices sorpresas. Y así empezó todo con How, del "Everybody else it’s doing so why can’t we?", el disco de nombre imposible con que los irlandeses dieron prioridad a una batería más cerca de los tambores y a la susurrante voz de Dolores. Never before, never again, you will ignore, i will pretend… Pop-rock directo de la isla de duendes verdes, violines y elfos. ¿De qué otra parte podría venir Dolores, que desplegó sus alas plateadas como un hada negra que promete hechizos en esta noche de luna? Sí, ella gira sobre sus zapatillas blancas y nos hace flotar con un saludo en castellano, que repetirá el resto de la noche para después hablar de la guerra, de su hija pequeña, de Macchu Picchu y de un próximo retorno al Perú. Dolores abre bien los ojos, sonríe y eleva los brazos para llenarse de nuestros gritos y aplausos.
Animal instinct, por Larr80 en Youtube
Con Animal Instinct bajan las pulsaciones del arranque para subir la dulzura de la cantante (protagonista indiscutible del concierto) a niveles de súplica. Do you know you made me cry…oh oh… Ahí está el timbre que esperaba, llega el alivio y la prueba de que ver a The Cranberries fue solo un pretexto para escucharla a ella diciendo cosas que yo ya no puedo decir.
Y con los primeros acordes de Linger, el Monumental me hace el favor de esfumar en el aire mi vergüenza: todos cantan tan mal como yo y a todos nos importa un pepino grande y verde. Todos sabemos que jamás seremos fuertes y tiernos como Dolores. Y ella reconoce nuestra ronquera, nuestra ridícula pretensión y sonríe, estira el micrófono al público. If you, if you could return…
Como buena tía de los 90, alcé mi grabadora de audio (no mi cámara digital) y cerré los ojos para verla mejor, para entonar y llegar al máximo de mis decibeles. Y quién sabe, volar un toque. Los varoncitos treintañeros, chicos cursis a mi alrededor, hacían el coro para que pudiese despegar. Levantamos los brazos y toda la gente se balanceó de derecha a izquierda, suavemente. Do you have to, do you have to, do you have to let it linger… Nunca vi a tantos hombres cantar por voluntad propia los últimos lentos jamás bailados en un quinceañero o en una fiesta de promoción. Nunca creí que un angelito menudo, pálido y pelicorto sería causante de todo esto.
Free to decide, por Larr80 en Youtube
Ojo, no todo fue mermelada de arándanos para enamorados. No solo hubo Ode to my family o When you’re gone, puntos pico de la noche de ayer. Este concierto fue mi rito privado de reencuentro-redención con el pasado. Ese está compuesto, básicamente, del disco de nombre imposible que mencioné antes y de "No Need to Argue", ambos llenos de buen pop-rock. Me explico: seguramente ganaron millones cantando Salvation –que siempre me pareció un remedo de Zombie para atraer pequeños metaleros de mentira– igual que You and Me –baladita intrascendente– ambos de To the "Faithfull Departed" y "Bury the Hatchet", discos posteriores e inferiores.
Ambas canciones anoche no me movieron, a diferencia de Wanted, I can’t be with you o de Ridiculous Thoughts, donde Dolores fue el instrumento musical más importante, balanceándose en ese columpio vocal que tiene en la garganta, entre el murmullo y el grito bien templado. Jamás pensé oír esta última canción de Lado B (saquen sus lapiceros para no gastar las pilas del walkman en vano) y, por eso mismo, en un arrobo casi espiritual, me atreví a gemir con las notas iniciales. Otra vez: no estuve sola. Más fans salieron del anonimato, para romper el aire con saltos mientras Dolores mordía con resentimiento las palabras twister, animal. Desató sus caderas en clave de twist, de loquita de vacaciones, de mujer libre dándole la espalda al espejo. Ya sin capa, el poderío de su voz la poseía del pelo a los pies y era imposible dejar de sentir la misma pulsación. But you’re gonna have to hold on repetido hasta el final, en una canción que parecen tres en una sola. Simplemente memorable.
Y finalmente Dreams, un clásico que sacudió a todo el mundo de su sitio y que explica porqué The Cranberries cierra sus conciertos con él. A mí me sonó bien simple: para que todos, incluídos cuarentones con hijos y chibolas en tacos, puedan gritar Oh my life is changing every day, in every possible way así sea 15 años después. Para que nunca parezca demasiado tarde para cantar y emocionarse, como una adolescente de 16. Tal como lo hizo Dolores anoche, entregada por completo.
PS: El sonido no fue lo mejor de la noche. Pero aún peor fue la salida violenta que originaron los organizadores con el reggae misio que pusieron en los parlantes apenas la banda salió de escena. Por cierto, la única salida por la zona sur del Monumental fue muy peligrosa.
Odio la Música cree en la descentralización. Por eso recibe con placer a una nueva cronista invitada, quien nos relata cómo vivió el intenso concierto de Cranberries en Lima, el 8 de febrero en el Estacionamiento Sur del Estadio Monumental.
----------------------------
Por Pam Ravina
Dolores O’Riordan fue una diosa en el escenario. Cada nota recorría todo su cuerpo antes de salir por su garganta. No me canso de pensarlo: era un diosa de cuerpo pequeño, joroba, gran voz y corazón. Llevaba puesta un suéter negro, abierto, ligero y largo en los extremos y en su espalda, tenía dibujadas alas de color plata brillante. Parecía un ángel rebelde. Ella fue el concierto.
El recital comenzó 15 minutos más tarde de lo esperado. El lugar era bastante pequeño y en las afueras del Monumental la gente se desesperaba por conseguir una entrada. Las taquillas se habían agotado varios días antes y los revendedores lo sabían. Desde las 9 de la noche el público improvisaba aplausos colectivos y silbidos para que apaguen las luces. Hasta que de pronto todo empezó.
How, subida por Papi67 en Youtube
Tambores en el fondo, silbidos, el estacionamiento a tope (pero no a los lados). "Hello Lima, Peru!!! … How ever I should have known, (I should have known.) Never before, never again, You will ignore, I will pretend". El concierto comenzaba con "How" y la pequeña multitud se sacudía al ritmo de sus percusiones.
Mientras el resto de los músicos (Noel y Mike Hogan y Fergal Lawler) permanecían ecuánimes, Dolores dejó todo en el escenario desde la primera canción. "Muchas gracias, Lima Peru. I can’t believe I’m here. I can’t believe it. When I was a kid I read so much about this beautiful country, the history, the beauty, the spirituality… I’ve been having a great a great time , since the airport and I wanna thank you all for coming here tonight".
Linger, por aLe3287 en Youtube
Y nos agradeció cantando una de las baladas más populares de la banda, Linger. Su voz sonaba increíble. Tiene la capacidad de enternecerte y de llamar a tu furia. Dolores encandilaba al público, todos se rendían a sus pies. A pesar de que al sonidista le faltara cancha, pues los solos de Noel Hogan ni de Dolores O’Riordan fueron tan potentes como debían; a pesar de que las luces le reventaran en los rostros a los Cranberries y de que el auditorio se teleara en las canciones que no eran hits, Dolores fue el concierto.
El concierto no fue apotéosico, ni "Cranberries destruyó Lima". Fue, en cambio, sincero: un Noel Hogan que cada vez se emocionaba más (y sudaba bajo los reflectores mal calibrados), un Fergal Lawler que se quitó la camiseta cuando menos lo notamos de tanto percusión enérgica (sobre todo después de "Salvation"). Y, claro, una Dolores que nos hablaba de cómo chateaba con sus hijas por skype y que se sentó al filo del escenario a cantarnos "Ode to my family", como quién le cuenta historias a un grupo de niños.
Ode to my family, por Larr80 en Youtube
El concierto hizo reír, saltar, gritar, cantar, desafinar a la gente. Dolores no tenía reparos de hacer su goofy dancing, siempre siguiendo sus instintos rítmicos y cada vez que le apetecía. Sabía bien que todos enloqueceríamos con ella. El concierto terminó acelerando la emoción: "Salvation", "Promises", "Zombie", "Ridiculous Thoughts", "Dreams".
Zombie, por Larr80 en Youtube
Fue hermoso, aunque la hora y 45 minutos nos quedó corta. Todos queríamos seguir exprimiendo a los arándanos.
Nunca estamos a salvo. De encontrarnos de pronto solos como al principio. Sin aquel giro de cabeza para mirarte cuando bajaba las escaleras. Sin la rabia de encontrar la esquina de una página doblada en tus libros. Sin su olor. Y de pronto despiertas y las pantuflas están allí, porque nadie se las ha llevado. Y la última moneda de la caja permanece, como anoche. Nadie la tomó. Mark Everett afronta el divorcio con un disco, "End times", insondable como un océano de amargura. Como toda tragedia, un acontecimiento.
The beginning, primer sencillo del disco.
Little Bird. Eels. California, Estados Unidos. Álbum: End times, 2010. Videos: Slees4321, en Youtube.
Es domingo por la mañana y es inevitable pensar en Velvet Underground y en Low. Las nubes quietas me obligan. Estiro el brazo y las alcanzo con la punta de los dedos. Su consistencia es como la imaginé, algodones de caramelo que se desintegran con el calor de mis yemas. Mis ojos se acostumbran a la luz y mis oídos se concentran en el ruido. Tiene la suavidad y la acidez de una pastilla efervescente. Sabe a nieve y a Fleetwood Mac. Es Beach House.
Better Times.
Beach House.
Maryland, Estados Unidos.
Álbum: Teen dream, 2010.
Video: Kamichak / Foto: Pitchfork.
Como una jarra de cerveza en el congelador. Con cada trago el sabor mejora, hasta que te embriagas. El séptimo disco de Spoon tiene ese efecto lento del alcohol sobre las neuronas. Escúchalo una vez y luego otra, y otra, porque esto también es cuestión de temperatura.
Got nuffin
Written In Reverse. Spoon. Texas, Estados Unidos. Álbum: Transference, 2010. Foto: Jenesaispop / Mp3: Indierockcafe.
Sólo tienen freno los caballos que se dejan ensillar. Y sólo tienen sentido los sonidos que podemos tolerar. Desde París, Sister Iodine supera el rango de lo permisible con su continua trepanación occipital de corte shoegaze-punk. "Flame disaster" es la nueva producción de un trío acostumbrado, desde 1992, a cabalgar libre en la pradera.
Flame Disaster (Álbum, 2009) -Escucha avances de los 12 temas aquí- Sister Iodine. París, Francia. Video: Slekkevet en Youtube / Foto: TradeBit.
Sí, definitivamente existe una sola respuesta para todas las preguntas. Consiste en una frase de cuatro palabras. Y Stuart Staples ha descifrado tres. Ergo, me quedo callado y escucho. Octavo álbum de Tindesticks, banda por la cual guardamos un religioso -y conveniente- minuto de silencio propio.
Black Smoke. Tindersticks. Nottingham, Inglaterra. Álbum: Falling down a mountain, 2010. Video y foto: MySpace.
¿Caminaste alguna vez entre links? ¿Apareciste en otro mundo solo con pisar un enlace web? ¿Sentiste que tus sueños dependían de un código HTML? Si tus respuestas son todas no, aún no estás listo para ellos. Pero alégrate, porque alguien hace el futuro por ti.
Internet Warrior. Oh No Ono. Alborg, Dinamarca. Egg, 2009. Foto: MySpace / Mp3: ohnoono.com
Después de la distorsión, el realismo. Stephen Merritt, uno de los grandes compositores del pop contemporáneo, regresa después de dos años con otro de esos discos indispensables, de aquellos que tocan la cuerda acertada del arpa en el momento preciso. "Realism" está cubierto de narraciones mínimas y ácidas, como una fiesta callejera bajo la lluvia. Sonidos folk que encuentras bajo tu cama mientras buscas las zapatillas. Historias de recuerdos en campiñas, con caminatas contra el viento.
Brillante "From a sinking boat", último tema del álbum.
Los trece temas de "Realism " fueron grabados en Los Angeles, en un estudio que reprodujo el reverb del baño de Merritt, según él mismo, el mejor lugar para hacer música. "Distortion" también utilizó este efecto. No es casual: ambos discos fueran concebidos como las dos caras de una solo idea, primero exuberante y después, calmada. No por eso los cortes del nuevo disco pasan a ser simples. Por el contrario, la abigarrada construcción de guitarras, cítaras y violines reconstruye esas extrañas formas que tienen los recuerdos de cubrir con maleza nuestro pasado.
Walk A Lonely Road. The Magnetic Fields. New York, Estados Unidos. Álbum: Realism, 2010. Foto: Nonesuch Records / Mp3: Indierockcafe.
Escucho a Suzanne mientras sacudo libros y discos viejos, con el polvo que flota en la parte más alta de la habitación y aumenta la sensación de calor. Son las partículas que giran a su albedrío o las notas que toman cuerpo quienes me acarician como hace 25 años, cuando sentí por primera vez este calor que ya por entonces me traía recuerdos. Suzanne, como la tierra, me devuelves a las zonas no vividas, una y otra vez, de mi propia vida.
Brillante Suzanne Vega, en 1992, con "In Liverpool"
Gipsy 2010 (Original de 1978). Suzanne Vega. Los Angeles, Estados Unidos. Álbum: Close-Up, 2010. Foto: MySpace / Mp3: Stereogum.
