The Prodigy - Omen

ProdigyChannel

Hay muchas razones para explicar por qué en doce años parece que no has aprendido nada. O, lo que es igual, por qué "Omen" suena exactamente igual que "Smack my bitch up", de 1997. Veamos las alternativas:
1. Llegaste a un punto muy alto y solo te queda repetir. Puede ser, "The fat of the land" es uno de los mejores discos de dance-punk de la historia.
2. La última generación no se enteró del mencionado disco, era poco generoso dejarlos sin conocer este sonido duro y bailable.
3. ¡No, sí es distinto!, si escuchas bien hay detalles en ultrasonido y frases mezcladas entre notas que solo notas si te pones los audífonos al revés.
4. La disquera pidió esto. Luego de "Always Outnumbered, Never Outgunned" no tenías mucha opción de negociar.
5. No había caso, en las grabaciones solo te salía esto.


Foto de Paul Dugdale, en Myspace

Por muchas razones me inclino por la opción cuatro. Una década sin apariciones importantes puede deprimir a cualquiera. Mucho más con una montaña tan alta detrás (su propio disco), que impone una sombra gigantesca. Y más aun, si para grabar has tenido que recurrir a la formación original (Liam Howlett, Keith Flint y Maxim), porque separados no funcionan.


Invaders must die, en Vertigo TV

Pero hay algo adicional. En el fondo The Prodigy sí se renueva. En el fondo del disco. Con dos temas fantásticos que cierran el álbum, como el chico tímido que se esconde cuando ve a la chica bonita pasar en su vereda. "Piranha" rescata esa energía callejera que convirtió a "The fat of the land" algo adelantado a su época. Luego "Stand up" levanta la bandera dance que The Shamen hizo flamear a principios de los 90 en Londres y también en la Luna.

Cuestión de la industria, págame lo que me hiciste perder. Y si quieres sentirte mejor, escucha tu disco al revés. Eso haré y creeré que la leyenda continúa.

Omen.
The Prodigy.
Londres, Inglaterra.
Álbum: Invaders must die, 2009.


Stand up, aliento a The Shamen