"Canciones de odio" es la frase buscada en Google que más accesos permite a este blog. Ya que tanta gente lo quiere, démosle el gusto para cerrar el 2008.
1. Fangoria - Me odio cuando miento
Ya tiene como 200 años, pero la tía Alaska sigue estando fortísima. Sí pues, me odio cuando miento.
2. The Misfits - Some Kinda Hate
Bonita letra oculta bajo los "ghrrghghrrrr oooooh ghrraghhrrrr oooooh". Tomen poco esta noche o sonarán así.
3. Cracker - I hate my generation
Mi generación es new wave, Menudo, Parchís, cerveza Garza Real, jeanes Frank Lee y base 94 de San Marcos. Odio a mi generación.
4. Psycho Loosers - Odio escuchar punk
Odio el café y a los de Yes, al calvo de REM, odio a los tunos... muy divertido.
5. Nirvana - I Hate Myself & Want To Die
¿Cuál es la pequeña diferencia? Que muchos hablan y hablan, pero el se mató, nomás. Tú también hablaste Dave Grohl.
6. The Hives - Hate to Say I Told You So
¡Eso es mentira! Si hay algo que nos gusta decir es "te lo dije!!!".
7. Nach - Odio
Cuidado, parece que este sí odia.
8. Iron Maiden - The Thin Line Between Love and Hate
Veamos cómo lo dicen en vivo, en enero.
9. Morrissey - We Hate It When Our Friends Become Successful
Mucha razón, Mozzo. Nosotros también.
10. Jesus & Mary Chain - I Hate Rock N' Roll
Y por fin, el origen del mensaje. I love rock n' roll, I hate rock n' roll. Es lo mismo. No odie, y si lo hace, disfrútelo.
"Lima plaza gourmet", "Lima la capital de la gastronomía", nos trata de vender PromPerú como idea-fuerza. ¿Y qué tal esta vieja ciudad de gallinazos como inspiración para músicos? En junio del año que se acaba, Nicolas Henry estuvo en nuestra capital ("esa asombrosa ciudad", afirma) y se enamoró del sonido del charango. Así que decidió comprar uno. Pero como casi nadie hace una inversión solo para mirar cómo luce, aquí mismo compuso "Look at me".
Nicolas es el líder de Strangeband, un trío pop francés seguidor del ala más melódica de The Beatles y del elegante wave de Prefab Sprout. Dos años después de formados, empiezan a encontrar espacios en radios indie y en blogs a lo largo del mundo. Como este, por ejemplo. "Look at me", el tema del charango, entró este mes a estudios, en Bruselas. Para cuando sea publicado, Lima ya lo conocerá. ¿Alguien habló de la mandolina de R.E.M.? Ya pues, no sean faltosos.
Look At Me. Strangeband. París, Francia. Single: Look at me, 2009.
Estaba previsto que fuera así: el vibrante pospunk de Franz Ferdinand viaja hacia terrenos poco visitados en sus anteriores dos discos. Funk (la melodía de "Lucid dreams" me trae a la memoria "You make me feel like dancer"), synthpop y algo de rythm and blues se baten en la coctelera para refrescar la propuesta de Kapranós, que ya empezaba a dar señas de agotamiento.
La ya conocida "Ulysses"
El primer corte del disco, "Ulysses", aunque es el más previsible, funciona como un tanque de oxígeno. Para quienes buscan una continuación del sonido habitual de la banda, lo tienen allí, poderoso y masivo. Bien pensado. "What she came for", el single repartido por New Musical Express, continúa en la misma línea, aunque con pasos de borracho funk. "Turn it on" sí es un giro. La sequedad del teclado los acerca más a una de sus referencias menos abiertas, The Cars.
Turn in on, entre The Residents y The Cars
Y en "Bite hard", Alex parece dispuesto a cruzar a Elvis con Iggy Pop, para ver qué sale. ¿El resultado? Provocador y atractivo. Tal vez un punto por encima del promedio del álbum. Seis y medio sobre diez si apresuro un puntaje para "Tonight".
Bite hard, la tocaron todo el año en conciertos
Lucid Dreams. Franz Ferdinand. Glasgow, Escocia. Álbum: Tonight, enero del 2009.
Así es, no se puede vivir sin listas. Por lo mismo, aquí empieza un repaso de aquellos temas que me hicieron sonreír en los últimos doces meses. Viene con fecha de publicación y dirección al link de la entrada.
Uno de mis temas favoritos del 2004 fue "Still in love", poderoso repaso por el new wave interpretado con la frescura de unos debutantes The Stills. "Logic will break your heart" estuvo también entre los discos más recomendables de ese año. Después de tal escándalo, los de Montreal quisieron ponerse pretenciosos y sacaron "Without feathers" en el 2006, un álbum con orquestaciones y otros adornos que pasó desapercibido.
La vibrante Still in love
Para seguir con la costumbre de editar cada dos años, Tim Fletcher y Dave Hamelin vuelven en el 2008 con "Oceans will rise". Quienes les tomamos cariño estamos agradecidos de confirmar que vuelven a sus instrumentos de siempre y dejan los teclados solo para ocasiones especiales, como "Don't talk down". "Rooibos palm wine drinkard", "Being here" y "Snakecharming the masses", en cambio, tienen ese aroma a ochentas que me libera de cualquier duda. Bienvenidos otra vez a mi década.
Don't walk down. The Stills. Montreal, Canadá. Álbum: Oceans will rise, 2008.
¿Qué es lo 'dunedinesco'? Es lo mismo que lo 'chorrillano' para un neozelandés. Para descubrir la palomillada de un kiwi, sigamos en la conversación con Karen McLean. Y de paso, descubramos dos temas de su reciente CD "Home baking" y el más reciente video de Onanon. ¿Más información? No te pases...
O: En su página de Myspace dicen que su sonido es 'dunedinesco'... ¿¿Qué es eso?? K: Dunedin, la ciudad, ha tenido una historia muy particular. Desde fines de los 70, durante los ochentas y noventas produjo una increíble cantidad de bandas que terminaron en sellos increíbles, como Flying Nun, Xpressway y Yelloweye. El infame y muy discutido sonido 'dunedinesco' es generalmente descrito como de guitarras ruidosas, un ritmo sincopado. Pero hay mucho más en Dunedin. Es un ambiente especial. Como la ciudad, la música es sucia pero adorable, curiosa, impredecible y, en terminos usuarles, contundente.
O: "Let's go" y "Sparkle" suenan un poquito torpes. ¿Tratan de imitar el caminar del kiwi? ¿Es eso también lo 'dunedinesco'? K: Ja ja, no exactamente. Nos encanta el ritmo, y nos gusta que el nuestro sea saltarín y excitante, jugando con sobre una base de ritmo de 4 sobre 4. "Sparkle" se trata de quedarte fuera de casa en una noche de invierno helado. El tema trata de reflejar los destellos y los juegos de luz de las heladas.
A mediados de año, "Home baking" vio la luz. El anunciado CD puso una canción en el N° 1 semanal de radio Top 11, la insólita "Lammerlaw". Un single muy distinto respecto del estilo habitual de la banda.
Lammerlaw
Fluffy white clouds
O: "Fluffy white clouds" conserva su sonido habitual, pero "Lammerlaw" es una sorpresa. ¿En qué se inspiraron? K: Somos distintos compositores, Don tiene una tendencia distinta. "Lammerlaw" surgió de un riff que él estaba practicando mucho y que reflejaba muy bien el ambiente.
O: Han publicado un nuevo disco que se titula "Home baking". El nombre sale de una historia poco conocida... pero divertida. K: Cuando estábamos grabando y trabajando duro en el estudio, nuestros amigos llevaban tortas hechas en casa en tajadas. Estábamos tan contentos de los resultados del día y de la forma en que sonaba la música que terminar comiendo tortitas horneados en casa realmente fue la "cereza del pastel" :D Y el bricolaje que nos gusta de hacer con la música parecía corresponder con la comida. Además, "La casa del hornero" (home baking) suena un poco sospechoso, ¡y nos gusta ese tipo de ambigüedad!
Seacliff, su nuevo video
O: Para entender un poco la forma en que funciona allí la industria musical, ¿qué hace un músico para llegar a las radios? K: Gran parte de la industria musical está en nuestra mayor ciudad, Auckland. Muchas bandas se mudan allí para estar en el negocio. Aunque también hay muchas, como nosotros, que no queremos movernos solo para ser parte de la industria. Quedarte en Dunedin te hace pensar que estarás para siempre en tu banda, pero a veces no es bueno para la música entrar a la industria ni quedarte mucho tiempo en una banda.
O: ¿Qué formas alternativas hay entonces? K: Las redes de radios universitarias, el Bnet, es un buen apoyo para las bandas nuevas. La escena en vivo tiene mucha salud, muchas bandas tocan bastante y se mueven para obtener publicidad. El site de Myspace ha sido una gran ayuda para la música nueva y la creación de vínculos entre bandas. Y otra gran influencia ha sido el fanzine "Low hum", de Ian Jorgensen. Él viaja por toda Nueva Zelanda haciendo giras con bandas nuevas, recopilatorios increíbles y cada verano hace un festival. O: Pregunta final: ¿han escuchado a la banda peruana de los 60's Los Saicos? K: No, pero yo estoy haciendo mi investigación ahora mismo! Las bandas de los años 60 son lo mejor. Últimamente he estado escuchando mucho de los Troggs. Me encanta las bandas de los sesentas, ¡fueron muy poco convencional, lúdicas, progres y tan sucias!
Para ellos no es ofensa confirmar lo que es evidente: su conexión con algunas bandas fundamentales. Desde el estilo tomyorkeano del vocalista Collin Rufino hasta el sonido electromachacón, tan Kraftwerk en Tour de France, y el austero pero sólido ritmo de las batas, que hace recordar a The Cure. Incluso, me animaría a decir que el video de "I can make you feel it" es la versión 2.0 del clásico "Boys don't cry".
Rufino y Dave Gross en los teclados tocan juntos desde el 2004 y tienen ya harta experiencia en vivo. Han llegado a telonear a bandas como Blonde Redhead, Yeasayer y His Name is Alive, así que kilometraje les sobra. Este, su tercer EP, será publicado en enero del 2009. Con ellos, como con The Dodos en el 2007, empezamos la chamba del próximo año.
I Can Make You Feel It. Home Video. Nueva York, Estados Unidos. EP: It Will Be OK.
¿Qué le regalaría a Kozelek si fuera mi amigo secreto? Tiene que se algo para que se ría. El discurso de Alan en chino, la colección de Little Luciana... o el último disco de Oasis. Supongo que debe ser cualquier cosa alejada de la austeridad y la perfección, dos palabras que han marcado su carrera desde hace veinte años.
Mark Kozelek ha vuelto con un disco de versiones de temas que son como él. Lánguidos ("Lazy", de Low, y "New partner", de Will Oldham); caletas ("Celebrated summer", de Hüsker Du); épicos ("Send it to clowns", de Stephen Sondheim) y maniacos ("If you want blood", de AC/DC).
El argumento es el mismo. Todos están reducidos a sus notas originales, sin adornos ni disfuerzos. Y todos están interpretados con la misma monotonía de otoño sin pájaros. Pero es Kozelek, el único ser capaz de convertir el tedio en una expresión de belleza.
New Partner. Mark Kozelek. California, Estados Unidos. Álbum: The Finally, 2008.
Uno de los pocos videos de Red House Painters, Summer Dress (1992)
Me preparo para escuchar "You & me", el reciente disco de The Walkmen. Llevo binoculares, una copa de cualquier vino. Una chalina. Estoy listo para la obra. Ha salido Hamilton Leithauser al ruedo, suena el órgano. Queda claro que es una escena de serie B, una de las dramáticas. Hamilton convulsiona y se va pareciendo cada vez más a Dylan. Me paro y aplaudo.
The Walkmen debe ser una de las pocas bandas actuales capaces de quebrarte el ánimo y los lentes, con ese mix de melodrama teatral más metrallas psicosurf. Hamilton, también una cruza entre Rod Stewart y el viejo Bob, ha bajado los niveles de ruido para este disco, en comparación con su anterior "Bows and arrows". Potencia lo sensible y lo hace protagonista. No es fácil. Por eso es un discazo.
In The New Year. The Walkmen. Nueva York, Estados Unidos. Álbum: You & me, 2008.
Canciones rapiditas, como un hotelito al paso. Furiosas, bien enérgicas y en menos de minuto y medio. Como jugándose la última oportunidad de grabar. Las 500 copias de "Sad horse", el 7 pulgadas debut de la banda de Portland Sad Horse es una extraña pieza de museo para los coleccionistas de bandas garage.
Elizabeth y Geoff, cuando formaban The Naysayer
Lo curioso viene al revisar la trayectoria de quienes componen Sad Horse. Elizabeth Venable es compositora folkie y Geoff Soule, una especie de fantasma underground que ha puesto su guitarra y su ruido en un huevo de bandas, entre ellas Fuck. Y así, de pronto, aparece el punk-rock, como una explosión espontánea.
Space, Made in China, Back in the old days y Rain. Sad Horse. Portland, Estados Unidos. Álbum: Sad horse (7'')
Una vez aparecido My Bloody, cualquiera casposo puede hacerla linda a punta de distorsión. Total, nadie se da cuenta si desafinas ni si tu melodía son dos acordes que suben y bajan mientras gritas cualquier cosa que se te ocurra. Lo complicado es tratar de hacer la diferencia. Como estos tres tíos de Georgia que debutan con la pata en alto con un par de guitarrazos bien macizos directo a la cabeza.
Sheffield, por All The Saints
Amagos al hard rock de Led Zep, toques folk y disfuerzos a lo Nirvana completan esta propuesta, que gana cuando subes al tope el volumen y la gaseosa del costado empieza a burbujear más rápido. Para ser su álbum debut, "Fire on corridor X" está en bastante.
Helf Red. All The Saints. Atlanta, Estados Unidos. Álbum: Fire on corridor X.
Aceptémoslo. Este post es una coartada. No podía terminar el 2008 sin incluir en el blog uno de los mejores discos que aparecieron en el año. Irresistible de principio a fin, cubierto de singles explosivos o a punto de estallar, mutante, obligándote a esperar con paciencia el momento del quiebre,... casi un prodigio.
Sonrían muchachos, saben lo que han hecho
Bradford Cox es uno de los pocos artistas actuales que pueden presumir de tener muy poco material de desecho. Un alma poco caritativa diría que el único desecho es él. Hacia atrás, está el escandaloso sonido de Atlas Sound y los brillantes "Cryptograms" y "Flourescent grey". La costumbre de publicar y arrepentirse. La enfermedad. El despelote de los espectáculos en vivo. Para adelante, una espera por lo definitivo que puede terminar jodiéndolo.
Agoraphobia. Deerhunter. Georgia, Estados Unidos. Álbum: Microcastle, 2008.
It never stops, entre Sonic Youth y House of Love.
Podría caminar por horas con "Alpinisms" en el iPod. Supongo que entendería mejor el ritmo de las olas. O trataría de evitar las líneas de las veredas. O pensaría en subir montañas para escuchar en perfecto silencio. Sí, algo en este avantpop me abstrae, me convierte en un Barton Fink.
Connjur
Ben Curtis dejó Secret Machines y no perdió un minuto. Tenía que estar al lado de estas dos bellezas, Claudia y Alejandra Deheza, (de origen boliviano, creo) que planeaban por el espacio a través de una nave llamada On! Air! Library! La apuesta era inmejorable: tener a Hope Sandoval por partida doble, cantándote en estereo. Y lo consiguió. School of Seven Bells es la afortunada fusión del shoegaze de Curtis y la delicada perfección en los coros de las hermanas.
"Alpinisms" muestra lo fácil que es llegar a una cima. Basta guitarra, laptop y, sobre todo, ángel. Y sabemos que de los tres tienen.
Connjur. School of the seven bells. Brooklyn, Estados Unidos. Álbum: Alpinisms, 2008.
¿Una entrevista en Odio la música? Sí pues, algunas veces a uno le liga. Y como no podía ser de otra manera, la primera es con un grupo kiwi. La razón: en Nueva Zelanda de cada dos personas una tiene una banda y de cada dos bandas, una es buena. Insólito. ¿Cómo lo hacen? Eso queremos descubrir.
Quien responde nuestras preguntas es Karen McLean, la simpática y amabilísima bajista de Onanon, banda que apareció por primera vez en este blog en enero del 2008. Sin más preámbulos, el blog que nadie leyó entrevista a Onanon, la banda que nadie escuchó (a este lado del Pacífico).
O: ¿Cuál es el primer sonido que recuerdas de tu infancia? K: Maquinaria, crecí en una granja y recuerdo el sonido de ritmos de maquinaria. Siempre me han gustado esos sonidos, sublimes y repetitivos. Esto debe explicar por qué amo las secciones rítmicas de las bandas :)
O: ¿Recuerdas qué canciones cantaban en casa tus padres o tíos? K: A mi madre siempre le gustaron las melodías pegadizas y solíamos cantarlas. Por el lado de papá, siempre fue muy musical. Siempre le gustaron las canciones con un gran e insuperable ritmo, creo que es lo que me gusta de él. Y el abuelo solía reunir a los vecinos alrededor de un piano para cantar a coro.
O: ¿Te acuerdas de los posters o carteles que había en tu cuarto? K: ¡Astronomía, posters del espacio! Recuerdo que podía quedarme mirándolos por horas e imaginar que estaba allí. Carteles con "profundidad de campo". Recuerdo que era niña cuando pasó el cometa Halley, yo tenía montones de posters sobre él en mis paredes.
Un poco más de Onanon. Se trata de un cuarteto (Glen, Karen, Ants y Don) surgido en las apacibles praderas de Dunedin, Nueva Zelanda, un lugar al que pocos de nosotros aspiramos llegar. Se juntaron en el año 2001 y doce meses después publicaron su primer EP, "Quarterpack". Sus influencias son diversas, aunque la principal es la poderosa escena kiwi de los ochentas, una asignación pendiente para nuestros críticos de música.
Peninsula, desde Quarterpack (2001)
O: ¿Recuerdas el primer disco, LP, casete o CD que compraste? K: "Joshua Tree", de U2. Creo que lo compré por los grandes himnos como "Where the streets have no name", pero me gustaron más las canciones incómodas y duras como "Exit".
O: ¿Dirías que tu estilo musical está influenciado por las grandes bandas? K: Diría que mi estilo está influenciado, sobre todo, por The Clean. Para quienes no los conocen, ellos son un trío de rock-folk-country-indie-noise con una guitarra asombrosa y una increíble sección rítmica. Temas elementales y perfectos. Ellos han influenciado a un montón de bandas, como Pavement y Sonic Youth.
The Clean - Anything could happen (1982)
O: Entonces, tus influencias son más locales que extranjeras. K: Diría que en primer lugar por bandas neozelandesas, el medio es importante para muchos de los músicos kiwis, y es vigorizante y estimulante escuchar la reacción de la gente que está donde vivimos, y reaccionar a la vez. Pero también amamos a bandas de ultramar que tienen la misma sensibilidad, especialmente a grandes bandas americanas como Sebadoh, Grandaddy, Pavement, Sonic Youth...
O: A boca de jarro... ¿The Bats o R.E.M.? Tengo que escoger a The Bats. Su sección rítmica es absolutamente increíble, implacable, sublime e hipnótica.
El chicle más sabroso del año pasado regresa, fermentado como masato, con una nueva descarga de indie pop. "By the numbers" es algo parecido al "Otras canciones" de Ataque 77 en el punk: viejos temas recreados en clave vintage por la bella voz de Tim Yehezkely (ella es Tim) y el meloso envoltorio creado por Chris Moll y Jonathan Wilkins.
¿Cómo así te llamas Tim, querida?
Para quienes hemos babeado mirando a Tim (de nuevo, ella es Tim) en el video de "Balloons", puede sonar a demasiado placer sentir su voz en versiones de Jesus & Mary Chain, The Cure, The Pointer Sisters, Ramones y Antonio Carlos Jobim. Pero todo tiene su riesgo. Con las escuchas repetidas empezará a generarse el efecto 'bossa n' beatles', aunque si esto ocurre será culpa nuestra: este disco nunca llegará a las radios.
11:59. The Postmarks. Florida, Estados Unidos.´ Álbum: By the numbers, 2008.
Hubo un país que desapareció en dos meses, hundido en hipotecas basura, aunque de esas cenizas siguen saliendo bonitas melodías. Sindri Már Sigfússon podría ser el último Nerón de Islandia, cantando y, tal vez, maldiciendo con la lira frente a la ciudad en llamas.
No hay nada más que ver, Sindri.
De su imaginación congelada han salido dos bandas. La primera de ellas Seabear, a quienes ustedes ya conocen gracias a este blog, y la segunda es un experimento unipersonal, Sin Fang Bous, en el que Sindri hace coincidir a todos sus fantasmas musicales: Beach Boys, The Clientele, Kraftwerk, Beck y Shugo Tokumaru.
En suma, folk-pop multicolor con harto chiche electrónico y buen gusto, que tendría que vacilarte si es que fuiste al concierto de Animal Collective pero también al de Kylie Minogue. Y no, no lo llames psicodelia.
Advent in ives garden. Sin Fang Bous. Rejkiavik, Islandia. Clangour, 2009.
Esto responde varias preguntas: ¿se escuchará bien un grupo garage ruso?, ¿podrá un siberiano pronunciar el inglés?, ¿habrá algo parecido a Dolores Delirio a la altura del círculo polar? Las tres veces la respuesta es sí. Tal como nadie lo suponía.
Collect the sun
Bubbles & ZePieretta es, antes que nada, un duo garage, que hace recordar casi de inmediato a The Sonics y a los primeros Animals. Pero como nada en esta vida es lineal, se las arreglan para bucear en el pospunk ochentero. Una de sus influencias directas es Felt, la gran banda de la década perdida.
Jet airplane
Hello, let me introdulce myself
¿Por qué el nombre? No lo sabré mientras no aprenda ruso. Por el momento, les puedo adelantar que Earl de Bas es el chino gritón vocalista, mientras el rubio Pasha Gazirofka se encarga de la guitarra. En la batería, un tal Top Secret. Podría ser un tanto irónico, pero no son más un secreto. Están de gira europea y se las traen.
Bubbles & ZePieretta. Collect the sun. Moscú, Rusia. Single: Collect the sun, 2008.
En sus momentos de lucidez, Scott Weiland es capaz de muchas cosas. Puede cantar como Tony Kiedis disfrazado de Clint Eastwood o convertir un tema que venía siendo de Bowie en un saldo de los Beatles para Ringo Starr. Algo así es "Paralysis", el primer single de su reciente disco "Happy" In Galoshes.
A esto me refiero: Scott Eastwood.
Muchos ya comentaron que este disco apesta, que Weiland sin STP es nada y que con Velvet tampoco lo era. Me permito discrepar. Scott está mostrando con este disco su continua evolución, algo que muchas bandas han olvidado hacer (¿no es cierto, Chris y Noel?). Que pueda caer en el intento, ¡bien!, pero él lo intenta. Que en muchos temas los estilos no pegan, ¡no importa! En otros tantos sí. Imagino que Scott pudo pulir mejor varios cortes y convertirlos en clásicos ("Killing me sweetly" estuvo al borde, dio en el palo)... pero imagino también que algo ocurrió aquí. Una suerte de apuro obligado. ¿Una hipoteca Scott?, ¿tú también?
Paralysis. Scott Weiland. California, Estados Unidos. Happy, in Galoshes, 2008.
Esta es su propia versión. En 1999, siendo estudiante de conservatorio, al muy lorna se le ocurrió patear la pata de su cama y se rompió los dedos del pie. Con todo el tiempo que le sobraba, empezó a grabar temas en una radio casera y se dio cuenta de que podía hacer algo decente. Lo que no era decente era llamarse El Chico con el Dedo del Pie Roto. Así que eligió The Boy With a Broken Leg. Hoy su lema es "rómpete una pierna".
¿Cuál es su nombre? Todavía no lo sé. Y qué música hace, pues un poco de todo. Suele viajar entre el folk con toques synth y el electropunk. Esto quiere decir que por ratos suena a Devandra Banhart y, poco después, a banda sonora para filmes de Kusturica. Si quieres bajarte su disco debut y hacerte tu propia opinión, aquí está el enlace:
http://www.bumpfoot.net/foot065.html
Charanga. The Boy With a Broken Leg. Lisboa, Portugal. Single: Charanga, 2008.
Posiblemente los dublineses estén en buena parte de las listas selectas del 2008. Y tienen con qué: una actitud punk refrescante, un par de temazos dignos del tono de fin de año en Gótica, la vocalista (MayKay, la primera en el video) bastante fotogénica y las electro-melodías que por momentos recuerdan a Stereolab (que ya es hablar de palabras mayores).
Pero tampoco es que todo sea una maravilla. Tienden a la repetición del molde, se confunden fácil con el olvidable power pop noventero y si hablamos de grititos femeninos, algunos más afanosos los escuché con Whale. Pese a todo, están preparados para dar la sorpresa. Y ahora están de gira con lo que queda de The Prodigy.
Digifucker. Fight Like Apes. Dublín, Irlanda. Álbum: Fight Like Apes And The Mystery Of The Golden Medallion, 2008.
Con Cardenales y Catervas el buen año para las bandas peruanas está hecho. "Transmisor", con su mezcla de Los Secretos y Smashing Pumpkins ("Tonight tonight", en música y video) es casi casi un logro para el poco ambicioso pop local. Bien la concha para trabajar sobre melodías escuchadas antes y añadirles capas de melodías para darles textura. Bien el video, a media caña entre Ed Wood y El Principito.
Mejor aún la actitud de vecinos surquillanos que conservan (no sé si son surquillanos, me refiero a la onda). Eso sí, no bajen la guardia con el segundo single ni con los siguientes. "Covida" tiene algunos destellos a Pedrito Suárez Vértiz que a uno le remueven la cena. Y olvídense del look Foo Fighters. Ya no vende.
Transmisor. Catervas. Lima, Perú. Hoy más que ayer, 2008.
Algo curioso pasa en este pequeño país, Nueva Zelanda. Con una escena ochentera fabulosa y poco conocida, de pronto retorna a la escena con una camada de benditos loosers que en poco tiempo están rompiéndola. Hemos tenido en este blog a tres distinguidos invitados: So so modern (ganadores del Odio la música's Contest del 2007), The Phoenix Foundation, Onanon. Y ahora, Surf City.
Surf City EP
¿Solo guitarras sesenteras y noise 80´s? Puedes pensar así, cazador de hypes. Pero antes de eso, recomiendo una atenta escucha de The Bats y The Clean, dos bandas que se forjaron a principios de la década maravillosa en la tranquilidad de una lejanía oceánica. Surf City responde a ese desarrollo paralelo: rock de ultramar forjado en base a guitarrazos y psicodelia.
Records of a Flagpole Skater. Surf City. Dunedin, Nueva Zelanda. EP: Surf City, 2008.
¿Ya viste la última pela de Chris Nolan? Fácil que puede traer alguna canción de Laki Mera. Los escoceses navegan en el ambient como tú caminarías en pelotas por tu casa. Suenan relajados y seguros, aun cuando compiten en un terreno enrarecido como es hoy la electrónica, con tanto FTBeach y Coldplay en salsa (se lo merecen).
El debut de Laki Mera, "Clutter", fue asociado un año atrás con "In rainbows", de los Yorke boys, por el uso austero de instrumentos. Y bueno, algo de eso hay. Apenas el sintetizador de Andrea Gobbi, alguna guitarra que ingresa para hacer recordar a Depeche Mode, la voz de de Laura Donnelly y un sentido de la música clásica bastante marcado y apreciable. Nada del otro jueves, tampoco. Novika no me dejará mentir.
El nombre de la banda sí me produce curiosidad. ¿Será a propósito que tenga sentido en castellano? Se los preguntaré.
She's A Day Later. Laki Mera. Glasgow, Escocia. Álbum: Clutter, 2007.
Hace una semana, el nombre completo de WJ figuraba en su perfil de Myspace. Pero ha desaparecido y no me acuerdo cómo era... ¿William Joe?, ¿Wally Jack? Ahora solo sé de él que suele escribir sobre desarraigo, locura, caos y soledad. También que es amable para responder los mensajes. Sí, en general, y tomando en cuenta que no parece muy gregario, podría decir que lo conozco.
700 city invasion
Suena como una versión rejuvenecida de Eric Burdon. Voz de combate, directa, sin mariconadas. También a psicodelia y shoegaze, a Jesus & Mary Chain. Es un sonido difícil, como nadar en gelatina. Un Sr. Chinarro que gira desde una grabadora metida en la bañera.
Deep dark moon
Anoche dejé de escuchar su música para dormir y volver a oir con la mente despejada. Noto que las cosas han cambiado. Se sentía mejor antes, con cansancio y carga emocional. Empiezo a entender el efecto: WJ es un Kurtz que gobierna con cuchillos largos en los terrenos que los demás evitamos.
700 City Invasion. The Long Knives. Pittsbourgh, Estados Unidos. Single: 700 city invasion y Deep dark moon.
Sonar como Stooges a estas alturas ya es payasada. No pues, treinta años tarde es roche. Pero si le pones un poco de Bowie para matizar, puede que pases piola. Andrew Mangold y compañía están por allí. A medio camino entre el garage y Jean Genie. Por ratos les viene la locura y hacen recordar el soundtrack de "Phantom of paradise", pero la mayor parte del tiempo son predecibles. Y bastante.
A favor tienen la voz de Mangold, que a la distancia suena a Cornell o a Paul Banks. Ojo, digo a la distancia. También algunos temas como "Fortress", en el que se acercan más al sonido The Clash.
Para abreviar, si tuviera 30 y mi banda sonara así, no podría dormir tranquilo. Hoy tengo más de 30 y no tengo banda. Tampoco duermo tranquilo. Eso explica que algunos días escriba de mal humor.
Entre las cosas que me siguen dando miedo, o algún escalofrío en el lado más oculto de la médula, está la portada de "Plague mass" (1991), uno de los álbumes célebres de Diamanda. Es cierto, aún le temo a Diamanda. Temo que, cuando canta, empiece a girar el cuello en vivo, como Regan McNeil, o de su boca salga lentamente un ser extraño, una serpiente virtuosa, cuando estira al máximo sus cuerdas.
La Galás lanzó este año "Guilty guilty guilty", el álbum 17 de su carrera. Historias de desamor brutales, crímenes pasionales y horrenda decepción. Todas ellas retorcidas para encajar con el estilo, la voz y el piano de Diamanda. "Interlude time" camina como gato con los ojos encendidos en el inconsciente. "Down so low" se arrastra entre la piel y el hueso buscando tu último átomo de alma. Y "Heaven have mercy" transforma al jilguero (escuchar a Edith más abajo) en un cuervo estático a la espera de la hora decisiva.
Diamanda Galás es, como dice Johnny Depp interpretando a Hunter Thompson ("Miedo y asco en Las Vegas"), uno de los arquetipos de Dios.
Heaven Have Mercy. Diamanda Galás. San Francisco, Estados Unidos. Álbum: Guilty guilty guilty, 2008.
Están allí, aún sobre el escenario, porque ellos quieren. Y por ello siguen siendo el colectivo más auténtico sobre la tierra. The Residents llegan a su año 38 de existencia con un álbum y una gira kilométricos. "The bunny boy" son 19 temas (cifra nada rara en ellos) acerca de un personaje desquiciado vestido de conejo, con una historia visual paralela colgada en You tube.
"The bunny boy" es también el más reciente reto del grupo al mercado. Sin una identidad definida y sin un estilo musical masivo, son igual una celebridad que llena cualquier recinto en el que anuncien su presencia. Nadie podría decir que los entiende ni que disfruta de su música o de su puesta en escena. Solo están allí, porque son grandes y porque muchos amamos la diferencia.
The Black Behind. The Residents. San Francisco, Estados Unidos. Álbum: The bunny boy, 2008.
Desde "Mar otra vez" hasta "Editor de sueños" pasaron 22 años. Javier Corcobado ha mostrado en este tiempo todos sus registros y sus entrañas, desde el underground radical hasta el bolero místico. Inmune a los cuchillazos de la crítica y de la envidia, el más completo de los salvajes españoles sigue entregándose a pecho abierto en sus grabaciones.
Corcobado y los Chatarreros de Sangre y Cielo - Cicatrices (1991)
"Editor de sueños", publicado en el 2006, continúa por el camino abierto a partir de "Fotografiando el corazón". Letras herméticas pero no con el viejo tupperware, sino con una arista abierta para sentir el aroma. Golpes directos al plexo como el que nos acompaña ("Susurros"). Amargura y compasión, que a veces se confunden con el amor.
Corcobado avanza en patineta (porque a estas alturas la mayor parte del camino está hecha) hacia una extraña perfección como músico y letrista. Y me permite por fin usar una frase de Borges que me encanta: "Es curiosa la suerte del escritor. Al principio es barroco, vanidosamente barroco, y al cabo de los años puede lograr, si son favorables los astros, no la sencillez, que no es nada, sino la modesta y secreta complejidad".
Susurro. Javier Corcobado. Madrid, España. Álbum: Editor de sueños, 2006.
UN CLÁSIVO VOL.14 Les contaré una de mis historias favoritas de la música pop.
Dice la leyenda que Catherine Ringer, a principios de los noventas, fue invitada junto con el extraordinario (y aún vivo para entonces) Serge Gainsbourgh al talk show parisino Zenith, del Canal +. El animador Michel Denisot quería ponerlos frente a frente para aclarar los comentarios previos del cantante, en los que trataba con la punta del zapato a la dichosa señorita.
No hizo falta demasiado para armar el show. Gainsbourgh sin mirar a la Ringer le dijo: "no eres más que una pequeña perra". Ella, que boca nunca le ha faltado, le replicó: "Mírate, no eres más que un viejo sucio y acabado". Y como si no fuera suficiente la humillación anterior, Gainsbourgh retrucó: "¿no te basta con lo que has ganado mostrando el culo?".
En realidad, Gainsbourgh no tenía ninguna autoridad moral para criticar a Ringer. Si alguien tuvo una vida escandalosa y licenciosa fue precisamente aquel sujeto que pasará a la historia por cantar a gemidos "Je t'aime (moi non plus)". Pero digamos que Catherine tuvo que quedarse con la espina.
De Serge no habría que decir demasiado para presentarlo. Pero, ¿quién era esa señorita Ringer que provocó una reacción tan desmedida?
Si uno busca en el archivo de IMDB, encontrará bajo el nombre Catherine Ringer una docena de películas, en las cuales actúa o participa de la banda sonora con su nombre original o con el apelativo Lolita da Nova. Si uno busca un poquito más, hallará el nombre de nuestra amiga asociado a títulos como "Deep throats and young girls", "Histoires de cul", "Le choc des stars" y "Poker partouze pour Maria". Huelga decir que dichas cintas contenían mucha actividad sexual, a chorros. Catherine Ringer era, a inicios de los ochentas, una actriz porno.
Pero también hallaremos que Catherine Ringer asociada a "Les Rita Mitsouko". Y he allí donde empieza la otra historia. ¿Qué era Les Rita Mitsouko, ese misterioso nombre en plural? Aunque la historia oficial del grupo habla de otro origen para el nombre, Rita Mitsouko sería uno de los apelativos que usó Catherine Ringer durante su etapa porno. "Les" (los) Rita Mitsouko fue adoptado en 1979 por la entonces joven pareja conformada por Ringer y el estilista Frederick Chichin, mas el bajista Jean Neplin.
Según la web oficial del grupo, el nombre tiene que ver con la fascinación de ambos por la música latina y la palabra "misterio" en japonés (mitsouko).
Iniciaron en Perís una carrera insólita, que apeló inicialmente a la chanson francaise, el apego por lo post-punk en Chichin y la vocación a la música clásica de la Ringer. Esto, unido a los antecedentes artísticos de la familia, Catherine hija de un pintor y Frederick, colaborador de una revista de cine dirigida por su padre.
Catherine aparte de actriz hacía teatro de Brecht, tenía registro de soprano y llevaba un "divorcio" a cuestas a sus 23.
El debut del trío se daría en 1982, gracias al sello Virgin (¡¡las ironías de la vida!!). Graban el sencillo Minuit Dansant, que todavía conserva señales de música disco, y en 1984 su primer disco: "Les Rita Mitsouko", que recogió los singles iniciales más el primer megaéxito del trío: "Marcia Baila".
En 1986, aparece "The No Comprendo". Dos idiomas distintos para un álbum tan ecléctico como el título. Como tercer surco, uno de los himnos disco de los 80. "C'est comme ca'" (o "Es así") fue radiada hasta el hartazgo en el año del lanzamiento de The No Comprendo (1986). Es junto con "Someone to love" lo más enérgico del álbum. Fred puede finalmente aplicar con toda libertad el latigazo de la guitarra e improvisar solos, mientras su pareja canta con igual facilidad entre los tonos bajos y altos. El ritmo frenético es una invitación al baile imposible de rechazar.
No solo sería un sacudón a la música pop francesa, sino que también marcó época en el videoclip. "C'est comme ca" aparecía como adelantado en épocas donde todos se desvivían por lucir espaciales. Maniquíes eléctricos con alta carga erótica, mientras The Flock of Seagulls se disfrazaban de marcianos plateados y hacían el ridículo.
"The No Comprendo" convirtió a Les Rita Mitsouko en una banda masiva. Pero el cambio de estilo en "Marc & Robert" (1988) los eclipsó para la escena comercial. Desde entonces, sus apariciones en radio son casi imposibles, salvo por el éxito de "La femme trombone" del 2002 y la aparición de Catherine como vocalista de peliculas, por ejemplo en "Slaves of New York" o la serie "Nosferatu".
En las últimas elecciones francesas, los artistas sorprendieron con su apoyo a Nicolás Sarkozy. Fred murió en noviembre del 2007, de cáncer. Pero su imagen quedará en aquel recuerdo extraño de un videoclip sin precedentes.
C'est Comme Ça. Les Rita Mitsouko. París, Francia. Álbum: The No Comprendo, 1986.
