Cuando no estás seguro sobre cuál canción destacar en un álbum es porque se trata de uno bueno. Como "Codes and keys", el octavo trabajo dela banda de Ben Gibbard que aparece el 31 de mayo y que ya se puede escuchar completo en Youtube. Elijo la canción que le da nombre al disco, bellamente clásica, recargada en dosis exactas con un arreglo de cuerdas que hace acordar a Lennon y con un piano protagonista angustioso y brillante. Me costó preferir este tema sobre "Some boys", otra joya de estilo ochentero (a lo When in Rome) a la que también se le puede rastrear la vena beatlemaníaca. Grandes canciones pop sin abandonar el lado experimental (como en "Unobstructed views"). Un discazo.
Codes And Keys.
Death Cab For Cutie.
Washington, Estados Unidos.
Álbum: Codes and keys, 2011.
Video: Annaattheaquarium, en Youtube / Foto: Theoriginalscommunity.
Gran trabajo visual para "Home is a fire", en Boingboingvideo
Mauro Remiddi habla de películas que ha visto y que le causaron impacto. Y se pregunta: ¿cómo hacen los cineastas para causar en el veedor esa sensación de angustia que no existe en el aire? Así que analiza la línea argumental del cine, la descompone y la vuelve a armar, como si se tratase de un cubo mágico, recoge y desecha. Hasta que tiene en manos un script. Lo plasma en música. Así que tenemos frente a nosotros una historia narrada en notas, que puede angustiar o dejar indiferente, dependiendo de las circunstancias. Porcelain Raft, el proyecto de Mauro, es como el drama: mejor si lo ves (escuchas) de noche.
Gone Blind.
Porcelain Raft.
Roma, Italia / Londres, Inglaterra.
EP: Gone blind, 2010.
Video: 1angelmiike, en Youtube / Foto: MySpace.
En el año 2008 Thomas Tantrum lanzó su primer álbum con el mismo nombre de la banda pero se hicieron conocidos en las redes cuando Lily Allen los ubicó en sus top friends en myspace.
El año pasado en diciembre entregaron un pequeño disco tituladoBirdsongcon tres canciones que sirvieron de adelanto para el próximo álbum, “Mad by Moonlight”, el cual será lanzado en junio.
Megan Thomas(voz principal, guitarra),Dave Wade Brown (batería, voz),David Miatt(guitarras, voz) yJim Shivers(bajo, voz) regresan con mayor madurez y sin perder el estilo divertido, como se puede ver en los videos de los singles previos: "Sleep" y "Hot Hot Summer”.
Thomas Tantrum
GoateeBeach,South,United Kingdom
Stranger Records, 2011
Video Sleep: Adam Comiskey Video Hot Hot Summer: Gillian Sore Foto: Facebook
Hay mundos al estilo Second Life dentro de una guitarra acústica. Thurston Moore lanza un tornado de líneas sonoras que se mezclan antes de llegar a tus oídos, se trenzan y generan texturas. Apuntan desde todas partes, te impiden pensar. Te abruman. Estás a merced de su genialidad, como lo estarías, desarmado y desnudo, ante tu más puro deseo hecho realidad... aunque esta sea virtual.
Cuarto disco de Moore fuera de Sonic Youth
Circulation.
Thurston Moore.
Florida, Estados Unidos.
Álbum: Demolished thoughts, 2011.
Video: BaronesSaphire, en Youtube / Foto:
"La banda es una reacción al mundo en que viven sus miembros y sus camaradas: literalmente en la frustración, inmersos en la violencia. No hay más opción que retoxificarte". Con este manifiesto, la banda Retox se presenta a las audiencias mundiales, antes de empezar a grabar su primer álbum, "Angry animals", que saldrá a la venta en agosto en Ipecac, el sello de Mike Patton. Cuatro ex miembros de bandas punk experimentales conforman este colectivo (The Locust, Head Wound City, Holly Molar, All Leather, SCattle Decapitation y The Festival of Dead Deer) que ataca desde el corazón del sistema con el mensaje que nadie en EE.UU. quiere aceptar: la barbarie del 11-S es tan abominable como las atrocidades de Irak y Afganistán. Chúpate esa, Nobel de la Paz Obama.
Piss Elegant.
Retox.
San Diego, Estados Unidos.
Álbum: Angry animals, 2011.
Video: Threeonegrecords, en Youtube / Foto: Jack Sheen, en Facebook.
Blando y gelatinoso. Como un voto sin memoria. Mueran Humanos, dúo argentino asentado en Berlín -que conocimos el año pasado- publican su primer álbum oficial, homónimo (lo anterior fue una maqueta), con una portada brutalmente hermosa. Death rock y letras ínfimas, aunque pasmosamente adaptables a nuestros días.
Monstruo.
Mueran Humanos.
Argentina / Alemania.
Álbum: Mueran humanos, 2011.
Video: OverratedSoundSystem, en Youtube / Foto: Stereogum.
Siempre habrá sobre la verde carpeta de cada jardín un agujero por donde se puede mirar el futuro. Acuéstate sobre el pasto. Siente que moja tus mejillas y que las pajillas se mezclan con tu pelo. Abre bien los ojos. Viene hacia ti, cantando. No cierres los ojos. Espere a que choque con tu rostro. Prueba ese sabor a níspero. El aroma de sus dedos mientras desata el nudo de su camisa (1). Lourdes Hernández y el single del segundo álbum de Russian Red, "Fuenteventura". El verdor que inspira su camisa (2).
I Hate You But I Love You.
Russian Red.
Madrid, España.
Álbum: Fuenteventura, 2011.
Video: Dario Peña, en Vimeo.
Y si digo que apenas ahora los escucho, también habré llegado a tiempo pues pocos saben quiénes se esconden tras este adusto nombre que pasa más bien por marca de calzoncillos. Pop bufo, con toques a lo Devo, Amistades Peligrosas y Joy Division. Letras que van del absurdo de la vida diaria a burlas de Vetusta Morla. Estrategias de márketing BTO, las que más pegan en redes sociales. Nacidos en El Escorial. Reacios a tocar en vivo. Los directivos. Como el primer saurio que dejó el fondo de los mares. Pegajoso y pronto pasado al olvido.
Ellas Me Llaman de Usted.
Los Directivos.
El Escorial, España.
Álbum: Por amor y jerarquía, 2010.
Foto: Bandcamp.
Hace un año y un mes tuve el privilegio de viajar a Buenos Aires, al mítico estudio Unísono, para entrevistar a Gustavo Cerati. La preferencia del músico por las reporteras mujeres fue mi pasaje de entrada al estudio donde registró sus últimos discos y donde ensayó con Charly Alberty y Zeta Bosio para la gira de regreso de Soda. Y no sé si fue porque soy chica, pero comprobé en persona que, lejos del estereotipo del argentino en general, y del de Cerati en particular, no es altanero ni displicente. “Mi ego lo he auscultado con cucharita varias veces. Se puede decir que me ha ido bastante bien y en general tendría que estar muy agradecido, pero, sabés, la vida nos pega tantos golpes que me doy cuenta de lo efímero de todo, de lo absurdo que es estar tan pendiente de uno”.
Conversamos nueve días antes de que viajara a Lima a presentar su último disco, Fuerza Natural, y exactamente un mes antes de que la palabra último cobrara un sentido tan definitivo. “Yo no creo en el destino. La ansiedad nos lleva a pensar en cuál es el nuestro, pero mientras no lo sepa, sigo yendo. El disco tiene un trayecto como leitmotiv, pero no tiene idea de final y me gusta que sea así, porque uno simplemente sigue marchando. No tengo idea de hacia dónde voy”.
Fuerza natural, himno del último disco
Sonreía. Mucho. “Estoy muy contento con el disco, mucho más satisfecho que en otras ocasiones. Habían muchas cosas de las cuales quería desembarazarme, y abrazar otras que no estaba haciendo en su totalidad en discos anteriores. Por ejemplo, en general, es más fácil o más empujador, empujante o como se diga, escribir sobre algún tipo de dolor. Nos exprimimos y sacamos el dolor, pero resulta muchísimo más desafiante escribir desde un lugar donde el dolor no sea lo más importante. Ensayé salir de la cosa de pareja, del enojo, del odio, que estaba omnipresente y eso es reflejo de mi estado emocional, pero también de un deseo. Hay canciones que he escrito que son muy positivas, que son como esperanzadoras, pero he estado en un momento espantoso de mi vida. Hay canciones como Crimen, que es una balada clavacuchillos (se clava una daga en el pacho), que escribí en un momento en que yo estaba en un momento absolutamente feliz. Es como mentira todo”.
Crimen, en Obras, año 2000
No me gustó cómo quedó el reportaje que salió en el programa en el que trabajaba en ese momento, pero eso no me preocupa mucho porque no creo que él lo haya visto. “Es un problema eso siempre (ver las entrevistas que doy). Me perdono un poco más que antes, pero no me gusta mucho verme. Nunca me gustó, soy muy crítico. Me pregunto por qué salí con esa cara y compruebo que han pasado los años. Y no lo digo desde un lado frívolo de la imagen, sino que me veo hablando, diciendo cosas, qué se yo. Si hablo acá es porque a alguien le interesa la música y quiere ver qué pienso, pero si empezamos a ver, lo más importante es lo que hago y es por lo que soy conocido, y en la música es donde sí me gusta verme, donde pongo más el acento en hacerlo mejor”.
Ha pasado un año desde que entró en coma y me apena imaginar su estudio sin el humo de su cigarro. Pero más me apena pensar en su familia, para la cual el vacío que sentimos los que amamos escuchar su música debe ser un pequeño remedo del abismo que es tenerlo y no tenerlo, verlo y no poder escuchar su voz. “Mi hijo Benito desde muy chico tiene una natural habilidad para escribir letras buenísimas. De pequeño hacía canciones, eran como sus juguetes, tropezaba con los teclados. Yo de chico era más dibujante, la música me llamaba a la puerta, pero no era algo que fuera tan notable. Más allá de que se dedique o no a la música, tiene un tremendo talento. Es de las primeras personas a las que yo le muestro algo, me gustan mucho sus opiniones. Estamos confabulados de sangre, no deja de decir las cosas como a él le parecen y muchas veces me sorprende con las cosas que escribe. Creo la cosa de que tu papá sea conocido sí es un tema, pero él tiene que hacer lo que sienta. Apellidarse Cerati es un supuesto impedimento, que puede servir o no, también puede ser un techo, pero él tiene que hacerlo por su cuenta como lo hicimos todos”.
El rito, tocada en Lima en el 2007
Hay que acostumbrarnos a la idea de que, si despierta, nunca será el mismo. No volverá a escribir lo que escribió, ni a tocarlo, ni a cantarlo como entonces. A ese Cerati que amamos, hay que dejarlo ir. “Para escribir, necesito cigarros, que la barba crezca. Este disco lo escribí mucho en una casa que tengo en el campo, en Uruguay y el espacio externo de la naturaleza funcionó muy bien. En otros he necesitado estar en una alfombra, comer un pan con mermelada, no sé, armar el desorden del escritor, hacer un poco de gimnasia. No es que vaya de viaje y diga mirá lo que se me ocurrió. Son pocas las veces que eso ha ocurrido. Todos los días le dedico unas horas a ir a ningún lugar, a hacer música, una cosa que no lleva a nada y de golpe aparece algo que vale la pena seguir”.
Ocultaba sus ojeras de medio siglo detrás de unos lentes Ray-Ban de carey negro, pero sonaba como un sabio adolescente que escuchaba a Pacific! y MGMT. “Es raro cumplir 50 años. Es un número, pero también es el momento en que uno debe empezar a preocuparse, a pensar en la próstata, en las cosas que empiezan a aparecer. No siento una gran diferencia la verdad, pero sé que la hay. El cuerpo empieza a pedirte cosas y hay cosa que bajan, es como si te bajaran un cambio. Energéticamente me siento perfecto, mejor aspectado que en muchas épocas más joven. Creativamente, me siento mucho más liberado todavía. Nunca pude lidiar con mi propia autopresión, nunca logré espacios mínimos de paz. Y desde los 40 para acá, la verdad es que siento que muchas cosas mejoraron. Ya no me tomo las cosas tan a pecho. Hasta los superhéroes se retiran. Yo vivo mi edad como es, no pienso demasiado en ella”.
Alejandra y Gustavo, luego de la entrevista
Yo tampoco pensé en su edad, ni en los cigarrillos que fumaba compulsivamente durante la entrevista, ni en cuál era su destino cuando le regalé mi entrada a su concierto en Lima a una amiga. Ahora sé que no estaba en el mío escucharlo como solista en vivo y que tendré que quedarme con el privilegiado recuerdo de la fascinación de escucharlo saltando de una idea a otra, y a otra más, y regresar a la primera como en un meticuloso paseo por las ramas de un árbol; de lo sencillo de su estudio, con decenas de lenguas de MTV y discos de platino en el lobby, pero solo fotos de Bowie y Robert Smith en la consola de sonido; de su rostro, ya no lozano, pero increíblemente atractivo; de la amabilidad de su voz. Con eso me quedo, aunque el único privilegio que en realidad me hubiera gustado tener es escuchar Crimen en vivo y cantarla con él a los lejos, sabiendo que un día cogí su cintura, repleta de juventud pese a sus 50 años. Y ese privilegio nunca lo tendré.
La ciudad de la furia, Lima, 2007. "Me verás volver".
Aquellos que dan la contra me divierten. Sobre todo los que giran tanto que incluso terminan repitiéndose por propia voluntad. Es como volver a ser el mismo sólo para dar la contra. Gavin Friday regresa a los 16 años de"Shag tobacco" con un single que es una maravilla: "Able". Profundo como pozo ciego y superficial, como el recuerdo de Martika. Es justo lo que esperaba escuchar de él. Y estoy seguro de que lo hizo porque intuyó que alguien en el mundo buscaba lo contrario.
Fue como lo imaginaba. Un espectáculo sin tiempo, que podría haber sido ejecutado a finales de los 60 o ayer, con la misma maestría. Una fiesta magnífica, con músicos de primera y efectos paralizantes. Y con un factor decisivo: ese viejo lindo que te hace la noche con sus chistes mongos y su carisma. Con una vitalidad imposible a sus 69 años y tantos meses. Y con esa voz mágica que todavía conserva. Hablamos de Sir Paul McCartney. Hay que sacarse el sombrero y aplaudir.
Digamos que la mitad de los 47,000 peruanos (ecuatorianos, colombianos, brasileños) que estuvieron anoche en el Monumental hubieran preferido ver a Lennon. O a McCartney y Lennon juntos. Y a Harrison, McCartney y Lennon juntos. Y con ellos, Starr. Pero la parte de la historia musical que nos ha tocado vivir es suficiente. Nunca me gustaron tanto los Wings, los discos de McCartney solo me parecen regulares. Lo que sí toca, lo que te hace tambalear de emoción y hasta quebrarte es escuchar por única vez en tu vida esas canciones que acompañaron tu formación musical interpretadas por la voz original, que hace 50 años sacó adelante la banda de la que todos hemos aprendido algo. Sí: a querer escuchar música.
Macca empieza el show. Le perdonamos los gritos mexicanos
Fui al estadio, como casi todos, como fanático de los Beatles. Y fue más que magia poder escuchar un repertorio tan cargado de recuerdos. "Hello goodbye", una canción del Magical Mistery Tour, el primer casete que compré con mis propios ahorros cuando tenía 11 años. "All my loving", uno de los temas pioneros de la beatlemanía que tras tantos años de haberlo descubierto sigue siendo de mis favoritos. "Drive my car", esa que tocaba de niño con mi hermano, guitarra en mano. "Blackbird", la que nunca me salió pese a todo el empeño que puse.
Escuchar "Something" como homenaje al amigo George no tuvo precio. Aunque es truco viejo (Paul lo ha repetido el año pasado durante su gira), siempre surte efecto. Qué será: el crescendo de ukelele a banda completa, que se te mete en el pecho; las fotos de los niños Paul y George que adornan la pantalla de fondo. Lo magnífica que es la canción... al final, todo. No es tan emotivo el otro homenaje, a John, quizás porque "Here today" es menos conocida, aunque hermosa, o porque alguna razón impide a Paul usar imágenes de su socio de toda la vida. ¿Algún recuerdo para Ringo? Bah... el hombre está vivo.
Tanta emoción vivida hasta entonces no podía, sin embargo, compararse con aquellas que sentían algunos hombres y mujeres con carteles que decían: "Paul: Te he estado esperando por 50 años". Padres jalándose los pelos mientras sus hijas adolescentes les aconsejaban: "cálmate papi". Señoras con lágrimas en los ojos mientras las brillantes notas de "And I love her" sonaban. Cuántas veces habría sido dedicada esa canción, cuántas manos pedidas y cuántos corazones rotos a los que de pronto asaltaba un recuerdo cubierto de polvo.
Uno de los tantos puntos altos de la noche: "Eleonor Rigby", por krisofk
Ni qué decir de las canciones beatle que me siguen destapando la cabeza. "Eleanor Rigby" es como volver a ir a misa tras una vida de pecados. "A day in the life" te transporta a una dimensión paralela en la que todo, todito, vuelve a ocurrir. "Day tripper" nunca sonó mejor que macerada en 46 años de historia. Y "Helter skelter" fue el gran regalo de la noche. Brillante interpretación, por donde se le quisiera ver.
Los superhits también tuvieron esa cuota de complicidad que animaron a cantarlos. "Yesterday" me gustó un poquito, por fin, luego de décadas. Y "Hey Jude", pues qué decir, es la canción de estadio por excelencia. Dejar de gritarla era pecado.
Gran panorámica del Monumental en "Hey Jude", por Kramerbol
Pues bien, he de decir que las canciones de los Wings también me hicieron pisar el palito. La versión de "Let'em in" que se mandó la banda, con esa marcialidad serena de guardia británica, fue extraordinaria. "Mrs Vanderbilt" fue la más tonera, de lejos. La saltaron incluso las personas con muletas. Por supuesto, la pirotecnia de "Live and let die" fue como el exceso calculado de la noche.
La pirotecnia de "Liva and let die", por kramerbol
Dejo para el final al McCartney frontman. Viejo zorro de los escenarios, es capaz de vacilarse con el público como si lo conociera de toda la vida. Pide bulla cuando la gente se queda pegada (algo común en el lornaza público limeño). Hace bailecitos y bromas que debe haber aprendido en las épocas de la radiola. Repite su discurso en español anotado en papelitos sobre el piso. Hace lo que todos quieren ver: pasear la bandera, ponérsela sobre los hombros. Gritar "Viva el Perú carajo", dos veces (la segunda vez con mucho mejor pronunciación). Promete regresar, algo tan creíble como los planes de gobierno de nuestra segunda vuelta. Y sale tan feliz y campechano, tan campante, como si recién empezara una fiesta a los 15 años. En el estadio, miles de almas sin piernas tratan de descansar un poco antes de regresar a la realidad. Esa vitalidad lo hace un genio. Casi casi un dios. Bueno... hablemos de mitología.
Un día antes, a la salida del hotel. Un hombre sencillo
Una ópera rock en el fantástico desierto de los western spaguetti, donde las sombras son más largas y los malos son más feos. El Santo Nada, quinteto de Abruzzio, profundiza en el sonido Morricone-Dick Dale para soundtrack de Sergio Leone y lo moderniza al rendir homenaje a Tuco, el cazarecompensas definitivo del cine. Guitarras como risa de chacal, o de buitre, dependiendo de la putrefacción de los cuerpos.
El Sol De Hierro.
El Santo Nada.
Abruzzio, Italia.
Álbum: Tuco, 2011.
Video: Elsantonadaband / Foto: Reverbnation.
Tras el éxito de “Limbo, Panto” (2008)y“Two Dancers” (2009), Wild Beasts regresa con su nuevo disco, “Smother”, este se lanzará en tierras británicas el 9 de mayo pero el cuarteto inglés ya está compartiendo los temas que conforman el álbum a través de Internet. En seguida puedes escuchar Smother, tema que lleva el nombre del álbum pero que no vendrá incluido, el video oficial del sencillo principal: "Albatross" y finalmente el streamingque nos permite escuchar el álbum online. ¡Disfrútalo!
Patti Aberhart vivió en Wellington, Nueva Zelanda pero se mudó a Inglaterra en el 2008, puso un aviso que fue encontrado por Robert Hallworth (guitarra y voz), posteriormente se integrarían Chris Davis (bajo) y John Raftery (batería), tomaron el nombre del disco de Sleater-Kinney “Call The Doctor” para la banda. Dicen tener influencias de Neil Young, Pixies, Blondie, Yeah Yeah Yeahs, The Sounds, The Kills y PJ Harvey, hace poco estrenaron el nuevo video Take it out, hagan sus comparaciones.
Call The Doctor Take It Out Bristol, Inglaterra 2011 Glasstone Records Video Daniel Peters / Foto: Facebook